Antes era música y tú, ahora sólo música.

Me juré no volver a escribirte, y mírame. Es difícil no recordarte cuando has sido el único que ha sacado lo mejor de mí, lo mejor. Éramos tal para cual, bueno y somos. Aún recuerdo cómo nos conocimos, y hasta la colonia que llevabas en nuestra primera cita... Sigo sin asumir que ya te has ido, aunque vengan otros y otros tantos se vayan, tú siempre en mi cabeza. "Muchas veces vuelve lo que se creía olvidado". Voy escribiendo lo que sale de los altavoces, que suele ayudarme. Antes era música y tú, ahora sólo música.

Para las más grandes:

Ya ha llegado el tan esperado 28 de septiembre, ahora ya os puedo desear un feliz cumpleaños a las hermanas más guapas que hay en este planeta. Por fin los 18, por fin tenéis la tan esperada mayoría de edad que os hace tener un poco más de autoridad y grandeza, yo por lo pronto lo único que sé es, que sois las dos personas más valientes que conozco, levantasteis algo casi imposible con los cimientos más fuertes que existen. Y claro que todo tiene sus pros y sus contras, pero habéis aprendido a llevarlo, a quereros así, al igual que me habéis hecho aprender que si algo vale la pena, sólo tienes que poner un poco de tu parte y luchar por ello. Siendo casualidad o no, vosotras sois la mejor que llegó a mi vida, una por decidir que iría a un viaje dos días antes de la fecha de salida, y la otra por demostrar cuánto quería a mi prima de alma. Anaís, tú siempre cuidas de todo y de todos, y a mí me haces sentir especial, me haces ver que nada se me queda grande, que puedo con todo. Sólo puedo darte las gracias por estar conmigo día sí y día también, y porque sé que siempre vas a estar ahí para mí. Quiero ser tu prima pequeña a la que le digas que no canta nada bien, pero la apoyas, seguir intentando que todos los días estés bien y estarlo contigo. Quiero dejarte la cocina patas arriba cada vez que voy a verte y pedirte una barra de pan pa'comerme un lomo en el pub. Y quiero que me busques siempre que no puedas más, aunque sea para estar ahí contigo como tú ya has hecho tantas veces. No me dejes nunca primilla que eres uno de los pilares que más me sujetan ahora mismo. Y tú Marina, contigo he aprendido que da igual lo lejos que tengas a una persona, y que nunca la hayas visto, porque siempre tienes un huequecito para hablar, escucharnos, y sobre todo para hacer el canelo. Sólo espero poder verte lo antes posible, y que esto tan pequeño que tenemos las tres lo podamos mantener mucho tiempo más, sin ningún miedo, porque lo peor ha pasado, lo habéis conseguido vosotras y me habéis dejado la mejor parte, ahora ya sólo pueden venir cosas buenas. Sois enormes, primas.♥

DIME.

+ Dime que vas a ser mía. 
-  Dime que me quieres. 
+ Dime que no me vas a abandonar nunca.
 - Dime que no vas a dejar que te abandone.
 + Dime que nunca jamás habrá otro hombre.
 - Dime que no vas  a pedirme nada que no quiera darte.
 + Dime que no vas a hacer preguntas.
 - Dime que nunca conociste a nadie como yo.
 + Dime que en todos estos años no hiciste otra cosa que esperarme.
 - Dime que no tienes pasado. 
+ Dime que eres virgen. 
- Dime que vas a ser mi esclavo.
 + Dime que me vas a entregar tu alma a cambio de nada.
 - Dime lo que quiero escuchar o muérete.
 + Quiéreme o púdrete en el infierno.

Sabe que no voy a encontrar a nadie mejor.

Básicamente quiero que me haga sentir que no estoy desaprovechando mi vida porque es muy corta, quiero que me abra las piernas no el cielo, pero que lo haga cada noche, quiero que sepa mentirme, quiero que no me importen sus mentiras porque se deja su alma cuando está conmigo, quiero que sea generoso porque puede, no por obligación, quiero que tenga sangre en las venas, quiero un poco de épica. Quiero que le de igual lo que haga  cuando no estoy con él, porque sabe que no voy a encontrar a nadie mejor. 

"Jaque mate."

No os quiero destrozar lo que queda, pero es verdad que el verano entró tarde y se está esfumando al igual que el humo del cigarro de tu abuelo, y tu vida, que ahora más que nunca es tuya porque estás haciéndote mayor, vuelves a coger las riendas, a ir por el que crees que es el camino correcto. Andaba tan perdida que no sabía qué iba a ser de mí este verano. Quería cumplir las cosas que me propuse, y supongo que la más importante ya la he hecho, que es tener conmigo a personas a las que veo día sí y día también y no me canso, hablo de soportar el martirio que es tener a algunas personas un poco más lejos, y que sepan cómo tocarme la fibra, de tener a alguien con quien hablar todos los días, hablo de tener a tu otra mitad y que no te falte nunca. Debemos pasar por momentos, etapas, cosas, fallos, aciertos, pasos, caminos y decisiones que nos hagan escarmentar. El camino que nos espera a seguir es algo largo, pero bajo mi opinión, no debe ser tan enorme cuando todos nos encontramos en él. Supongo que lo que buscamos es recoger lo que hemos sembrado todo el tiempo que nos ha dado la vida. Algo que pienso que es un sueño, y que en el momento en que desapareces es porque, el que maneja tu interior, olvidó ponerte a cargar. Tanto tiempo jugando en este tablero al que llaman vida, para terminar con un "jaque mate" inesperado. Así, cuánto más grande eres, más miedo tienes. ¿Yo? Yo tengo miedo a perder todo esto, tengo miedo a empezar una nueva etapa, a dejar atrás todo lo que me ha hecho grande, a conocer gente nueva, a que me sustituyan. Sustituir, ese es el mayor miedo, porque ahora todo es muy bonito, están tan de moda los "para siempre" que no me creo nada. Yo sé que de todo esto, puedo contar con tres personas, y lo digo ya, tres cimientos imprescindibles en mi vida. Con uno que me falte, se me cae este edificio que llevo por coraza, esta coraza en la que intento que no pasen las cosas que no me gustan y que me resbalen muchas otras. Con todo esto que expreso, intento decir que aunque se me vea bien la mayoría de las veces, yo también maduro y me doy cuenta de las cosas. Que soy lo más sensible, y que para bien o para mal, hay una Naiara que está cambiando, que aunque parezca que no, está creciendo, y eso es algo que no se puede evitar.

¿He dicho "echar de menos" en algún momento?

Echar de menos suena bien, hasta que te toca pasar por eso. Echar de menos es destrozarte por dentro hasta que vuelves a ver a esa persona que tanto quieres, o a tus amigas, a tu prima favorita e incluso a esa persona que tienes lejos y nunca has visto y que demuestra mucho más que las que tienes que soportar día a día. Echar de menos es tener la responsabilidad de no cagarla y echar a perder lo que estabas construyendo con dichas personas. Echando de menos se tiene miedo porque tienes algo contigo, tuyo, tu trocito de cielo formado por enormes personas, y tener esa parte de tu vida tan sólida a veces da miedo, porque puedes sentir en muchas ocasiones que te rompes en mil pedazos. Echar de menos demuestra lo fuerte que puedes llegar a ser, cuánto tiempo eres capaz de aguantar sin esa parte de tu vida y qué cojones haces para poder verla lo antes posible. Echar de menos se dice mucho, pero nadie lo siente, ni tiene el mismo miedo que yo. Y a veces no es bueno ser tan fuerte, porque no quiero acostumbrarme a echar de menos, ni a que alguien huela igual que a quien estoy echando de menos, por eso digo que es una sensación horrible, pero teniendo a personas tan verdaderas, no creo que haya mejor recompensa que abrazarlas. Echar de menos es para valientes y aquí  me tenéis, haciéndome añicos a cada segundo.

La oveja negra, la más fuerte del rebaño.

Érase una vez, una oveja... No, es broma. ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de estar infravalorados? ¿Sentir que dais lo que podéis y que para el resto no hacéis nada? Yo sí. Es una sensación horrible, esforzarte por hacerlo todo bien, dar lo que tienes e intentar ayudar, y que aún así te digan; "sí bueno, está bien", "podrías dar más, yo creo que no te esfuerzas lo suficiente", etc. Hay veces que pienso en dejar todo, y otras que es sólo una mala racha. Pero creo que una mala racha no puede durar 4 años, son 4 años dando la mejor parte de tu vida para nada, 4 años pa'echarlos a la basura, por ser diferente, por no seguir a todo el rebaño de ovejas blanquitas y bien vestidas, 4 años en los que te han mirado como si fueses una hormiga, algo pequeño. Aquí, dentro de mi mundo, he llegado a ser lo más grande que he podido, yo sé por quién me he desvivido, quién se ha desvivido conmigo, quién se ha desvivido por mí y por quién puedo seguir haciéndolo. Es triste que haya alguien perfecto por encima tuya, e intente apagar la poca luz que te queda. Pero por eso estoy aquí, cuatro años manteniendo la poca llama que me queda, pisando fuerte y dejando huella. Casi nadie sabrá de lo que hablo, pero me basta para desahogarme y decir por última vez, que aunque a veces piense rendirme, sigo aquí.

Pero...

El "pero" es la palabra más puta que conozco. "Te quiero, pero..." ; "Podría ser, pero..." ; "No es  grave, pero..." ¿Os dais cuenta? Una palabra de mierda, que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido, pero no es.

¿La gente puede cambiar?

No lo sé. Las personas son lo que son, dales o quítales un 15%. Eso es todo lo que la gente puede cambiar si realmente lo quieren. Si es por ellos mismos o por la gente que aman. Sí, un 15% ¿Pero sabes qué? A veces eso es suficiente.

Sé que nos estamos esperando.

Te paras a pensar y dices que quieres ser una persona correcta, alguien con las ideas claras, educada, que no sepa qué hacer con su vida, aunque siempre con vistas al futuro, con la cabeza bien alta. Pero llega un momento en el que no tenías nada pensado ni planeado, no había una solución posible para nada de lo que te iba a ocurrir. Así sin más, entra el amor en tu vida, sin ser "el amor de tu vida", y sabes que no se quedará mucho tiempo, que ya es hora de dejar de creerse la persona perfecta y la más correcta del mundo y soltarse. Esperas a alguien que te deshaga todos esos planes del principio, que te haga perder los cuatro puntos cardinales, y que se vaya a la mierda el futuro, que te haga vivir el momento, ahora. Alguien que te deje su chaqueta, te de una camiseta y te diga que no te arregles tanto, que basta con tu perfecta imperfección. Ese alguien que sonría como si no hubiera mañana cada vez que te ve, que ya está bien de que seamos nosotras las blandas en estas situaciones. Yo quiero conmigo alguien que me entienda y aún así se desquicie por ser como soy, que me lleve al cine y me compre chuches. Pero, todavía no estoy diciendo que quiero a alguien que me quiera de verdad, sólo quiero a alguien pasajero, que esté de vacaciones y que cuando menos se lo espere consiga enamorarlo, enamorarnos. Yo sé que estás ahí, pero tú no lo quieres admitir porque tienes miedo, eres el que más miedo a enamorarse tiene. Y sé que nos estamos esperando, como también sé que te acojona que pueda hacerte feliz con la ropa puesta, y que quieres hacerte el fuerte en todo esto y estás que te mueres por conseguir todo lo que invade mis pensamientos. 

Vamos a contradecirnos un poquito.

No se puede estar permanentemente colgada, colada, enganchada a alguien. Bueno sí, claro que se puede, pero si ese alguien no responde, no da señales o incluso tiene miedo de intentar algo, tú no puedes estar pendiente toda la vida de lo que haga, de si vuelve cuando mejor estás o de lo que te diga. Porque continuamente estamos rodeados de oportunidades, oportunidades que a veces no sabes ver ni aprovechar, por eso tienes que darte cuenta de cuándo el maricón del destino se pone de tu parte, haciéndote tropezar con alguien guapo y atractivo, poniéndote a prueba para ver hasta dónde eres capaz de llegar para hacer algo por alguien, para dar sorpresas, para ponerte en el sitio más apropiado, a la hora exacta para que te ocurra eso que tanto llevas esperando. 

Una vida llena de domingos perfecta.

Hoy es un día en el que me pilláis de bajón, escuchando las canciones del blog de la más capulla de todas y la mejor prima del mundo. De alguna manera u otra siempre acabo ahí metida, y es cuando me viene la inspiración. Así que eso, hoy había empezado el día con la maldita rutina de siempre, lo único que había cambiado es que al bajar del autobús para volver a casa estaba él, parándose todo cuánto tenía a mi al rededor. De esto que te bajas y se te ilumina la cara aún teniendo la certeza de que lo estabas olvidando, mentira. Lo mejor de todo es ir a saludarlo y darte contra la pared, ya hay otra aunque él no lo quiera admitir. Me digo que no vale la pena, que podéis continuar así, siendo amigos pero, ¿de qué sirve engañarme si así me hace más daño? Y yo que creía que lo tenía más que superado, qué ilusa. Supongo que será cuestión de tiempo, de no desesperarme y tener paciencia, ya se irá, tranquila, no puede permanecer ahí toda la vida a menos que... A menos que sea de verdad el amor de tu vida, aunque parezca una locura, qué más da, eso no lo eliges tú, nadie puede controlar eso. A menos que sea yo la que no quiere que se vaya, a menos que sueñe noche sí y noche también con una vida llena de domingos perfecta...¡Bah! He podido con cosas peores, esto no me va a echar para atrás, sólo dejaré que me mantenga en el mismo sitio, hasta que quiera dejarlo ir.

Hasta las trancas.

La gente se casa porque se quiere, pero también porque llega un momento en que a una le apetece gritar a los cuatro vientos que está enamorada hasta las trancas, es que un día conoces a alguien en la cola del cine o en una tienda de discos y poco después te sorprendes haciendo cosas que jamás pensaste que harías. Cosas como untarle la mantequilla en las tostadas, de dejarle tu lado de la cama o ver el fútbol en vez de una película romántica. Cuando te casas lo compartes todo y lo flipante es que te encanta hacerlo porque por fin has encontrado al amor de tu vida.

Uno más, gracias.

Puede que el 2012 no haya sido uno de tus mejores años, pero no te desmotives, este año pinta muy bien, ha pasado tu cumpleaños y te ha traído la realidad, te ha hecho ver qué es la amistad y qué son los sentimientos. Recuerdo que el miércoles, mientras estaba en una tetería celebrando mi día, fumaba de la cachimba que te ponen, y veía cómo el humo desaparecía a los dos segundos de expulsarlo. Mientras tanto, mientras cada una íbamos a nuestra bola, lo comparé con la vida, lo rápido que nos esfumamos y a veces sin haber cumplido todos los sueños que deseábamos. En lo que llevo de año he tenido muchas reflexiones, he madurado, dentro de lo que cabe, y me he superado a mí misma en cosas que siempre dejaba a medias. Así que este año quiero estar orgullosa y poder decir que he luchado por lo que quería y haber luchado por no volver a sobrepasar la línea de la locura. Que para ello llevo tiempo preparándome, pues no soy la misma, los que creían que era buena persona, se darán cuenta de que soy incluso mejor, y los que creían que era mala...pobres. Puedo decir que los diecisiete me han hecho ver que soy una niña fuerte e independiente. La música me guía y algunos pensaréis que es imposible que esté así de feliz, tan bien conmigo misma, pero no,  aquí no hay nada imposible. Es hora de mirar por mí, de no dejarme llevar por las malas lenguas, de hacerle más caso a mi madre, ella sabe de lo que habla. Aquello que no me guste soy libre de evitarlo, ya no voy a cargar más con cosas que me disgusten. Estudiaré más, y me sacaré este curso, al menos para hacerme una idea del  verano que me espera. No haré tanto la vaga e incluso sacaré tiempo para tocar la guitarra. Así que pequeña, no te dejes engañar, todo es un fraude, todos somos títeres y titiriteros. No tengas miedo a nada en absoluto, da las gracias a la vida por cada segundo que pasas en la Tierra, desde el primer cola-cao de la mañana hasta el último parpadeo antes de dormir. Con un poquito de retraso, felices 17.

Te demostraré lo mucho que te quiero y me importas.

"Voy a morderte los labios a cada milésima de segundo. A clavarte mis pupilas como si fueran chinchetas. Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas, susurrando palabras sin sonido. Para el reloj, me importa un mierda la hora que sea, a nosotros eso no nos afecta. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo marca los latidos de mi pecho. Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar. Porque eso me apetece hacer hoy, y todos los días de mi vida."

¿Por qué separado se escribe todo junto, y todo junto se escribe separado?

Porque separado no se atreve a separarse, y todo junto, sí. Es como cuando vas por la calle cogido de la mano de alguien y de pronto un obstáculo se interpone entre ambos, y no te importa soltarte y separarte porque estás seguro de que al momento te volverás a agarrar.

Todo el mundo tiene dos caras.

Nadie es lo que aparenta ser, ni lo que aparenta sentir. Hoy me he sentido como una niña a la que despiertan de su sueño y aún se siente tan cansada que rompe a llorar. La vida no es como la pintan, no es todo de color de rosa y tenemos que empezar a madurar. Gracias por despertarme. A pesar de que llore, gracias por hacerme dar cuenta de las cosas y por no dejarme tirada.

No soy una persona orgullosa.

No me cuesta asumir errores. Nunca he sido una persona orgullosa en ese sentido y además siempre me ha parecido poco importante llevar razón. Puedo pensar una cosa y al rato la contraria si alguien me da argumentos convincentes. Tampoco me importa demasiado cometer fallos, no pierdo tiempo torturándome por cómo podría haber hecho las cosas cuando no las he hecho bien. Tendré muchos defectos, pero creo que relativizar las cosas es algo que estaría más bien en la lista de mis virtudes.

La gente se enamora rápido.

Aunque tú quieras olvidarle, él vuelve. Cuando estás a punto de conseguirlo, regresa. Van llegando millones de recuerdos, recuerdos que estaban enterrados, pero que han brotado. Y vuelves a sentir esa cosa tan fuerte en el pecho. La gente se enamora rápido, pero luego lo que más cuesta es olvidar.

"En el fondo le quiero".

No es fácil terminar una relación. Aunque sepas que ya está acabada desde hace tiempo, te sigues engañando, poniendo excusas como esa de que "en el fondo le quiero". Claro que le quieres, eso no tiene mérito después de las cosas que habéis vivido juntos. Te ha hecho disfrutar tanto, te has reído tanto con él... Pero ya no. Desde hace algún tiempo, no. 

Hay poca verdad en lo que me rodea.

Yo nunca estoy triste. Claro que ha habido cosas que me han dado pena y me han afectado. Como por ejemplo la muerte de mis gatunos, o de algún que otro perro que tuve de pequeña. Tardé en entender que, a pesar de tener la misma edad que ellos, eran muy viejecillos y yo aún una niña. Y he sentido pena muchas veces, en diferentes ocasiones. Pero siempre he visto la vida por el lado bueno, porque mi vida siempre ha sido la de alguien con suerte. Nunca me he quejado porque nunca he tenido por qué hacerlo. Honestamente lo he pensado siempre así y creo que ésa es una de mis virtudes. No soporto a la gente que se lamenta continuamente sin que le haya pasado nunca nada que de verdad duela. Yo no soy así. Yo no era así.
Ahora, nada está en su sitio y no tengo demasiadas ganas de colocarlo de nuevo. De verdad, lo único que me apetece es dormir. Simplemente dormir. Acostarme y quedarme en la cama hasta que tenga algún motivo para levantarme. Lo único que quiero es dormir para soñar que todo vuelve a estar bien y no sentir que a lo mejor es que nunca lo ha estado. Me ahoga pensar que casi todo lo que tengo es mentira, que hay poca verdad en lo que me rodea. Que lo único bueno son las pocas personas que te rodean. No quiero estar despierta porque no le encuentro color a la vida. Por primera vez, no sé realmente lo que tengo y no tengo ganas de descubrirlo. Dormir, eso es lo único que quiero.

Toda la vida, eternamente.

Pero me inquietaba; presentía que su suerte iba a decidirse, aunque confieso que no era su suerte lo que me traía de cabeza. Yo quería penetrar en sus secretos. Yo deseaba que viniera a mí y me dijera "Te quiero"; pero si eso no podía ser, si era una locura inconcedible, entonces...¿qué cabía desear? ¿Acaso sabía yo misma lo que quería? Me sentía despistada; sólo ambicionaba estar junto a él, en su aureola, en su nimbo, siempre, toda la vida, eternamente.

El primero nunca se olvida.

Esa misma tarde la besó. La besó como ella había soñado que la besaba. Justo así. Eso era besar, ése sí que era un hombre y ella ya era una mujer enamorada. Aquellos besos fueron suficientes para que esa misma noche volviera a casa en ese estado en el que sólo se está la primera vez que te has enamorado, cuando todos los seres humanos creemos, uno tras otro, que acabamos de descubrir lo que realmente es el amor.

Casualidad.

Yo creo que la casualidad es algo infravalorado. A la gente le parece que la casualidad es una explicación con poca entidad e intenta buscar siempre otras causas lógicas a un suceso. Sin embargo, a mí me parece que la casualidad explica gran parte de todo cuanto nos sucede.

Lo más normal es tener miedo.

Estar esperando siempre a ver qué tiene preparado para ti el destino no es la mejor opción. Pensar en si mañana te tocará vivir algo fuera de tu rutina. Lo más normal es sentir miedo, y si éste es el mes que me hace reflexionar sobre lo que me rodea, pues bienvenido febrero. ¿Yo? Soy lo más miedica que habita este planeta, yo, tengo miedo a ir perdiendo a las personas que quieren crecer rápido, y que un día no tengan nada que contarme, y que sólo las vea si me las cruzo por la calle, tengo miedo de perder algo importante en mi vida, miedo a que por mucho que hagas, no quieran responder, incluso a veces tengo miedo de intentar hacer las cosas y que no me salgan, pero eso, que lo intento. Tengo miedo o tal vez curiosidad por saber cómo va a ser la primera vez, las cosas como son. Bueno, también tengo miedo de mi madre cuando se cabrea, y miedo también cuando me atraganto con el agua o me da mucho hipo seguido, pero eso es lo de menos, me da miedo también el haberme distanciado de personas de mi clase y no sentir nada, es decir, no echarlas de menos, pero supongo que es que no me aportaban nada para el día de mañana. Tengo miedo, siempre lo he tenido y no voy a dejar de tenerlo.

Que vivan.

"Que vivan las mujeres que no escuchan canciones románticas y las que lloran con ellas también, que vivan las mujeres que sueñan con dormir, y duermen. Que vivan las mujeres que apagan sesenta velas porque cumplieron sesenta años, las que dejaron de ordenar las cosas que los demás desordenaron, que vivan las mujeres que tienen hijos, y las que los perdieron también, que vivan. Que vivan las mujeres que saben que un palmito jamás superará un pedazo de chocolate. Que vivan las mujeres que se atreven a vivir, las que dejaron de preocuparse por lo que piensa el resto y que sin embargo siguen preocupándose por los demás." MB.

Continuidad de los parques.

"Gozaba de placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que le rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles."

Inerte.

La inercia del sonido, el tacto en los tejidos, tu cambio de sentido y yo. La forma de los cuerpos, el giro del Universo, todo es inerte. El aire en un suspiro, presión en mis oídos, un ángulo torcido y yo. Silencio en lo que digo, en blanco cuando te grito que todo es inerte. Inerte como aquél sueño que no interrumpí, como átomos volando en mi jardín, inerte como estrellas que se cuelgan al subir y el cambio viene como cuando todo el mundo grita fin. Y así vuelvo a sentir todo lo que fui, entiendo todo lo que un día vi...y llueve, y es inerte.

Sueños.

Todo el mundo habla de ellos y casi nadie hace nada por pasarlos a la realidad. Los sueños no se cumplen con un chasquido de dedos, ni con decir palabras mágicas como cuando niños, no. Para poder tocar dichos sueños has de luchar por conseguirlos. Hazte una idea de la satisfacción que puedes llegar a sentir cuando alguno se hace realidad, y más aún, cuando ves que todo te va bien, que todo tu esfuerzo se ve reflejado en cada paso que das, que sólo puedes ir a más, hacerte grande entre la multitud y que ello conlleve ayudar a cumplir algún sueño de las personas que más quieres. Yo personalmente, me he propuesto dos, y al menos quiero intentarlo, aquí no vale estar de brazos cruzados por alguien que pierde su tiempo contigo todos los días.

Tengo ganas de volar.

Tengo ganas de salir, la verdad, no sé, tampoco estoy tan mal. Cuántas cosas tengo que dejar y puede ser que tiembles al empezar febrero, que te des la vuelta y no esté. No me busques, yo me encontraré. No me quedaba nada para compartir, lo gasté todo en ti. Dejen espacio para mí, sólo quiero celebrar, abran fuego artificial. Un año nuevo y nada más. Qué me tira, no lo sé, tengo ganas de volar, suelta y no me agarres más. Déjame que pueda ver, tocar, me queda tanto por probar...

Abrazar a alguien después de haberlo echado tanto de menos.

No siempre tiene que ir todo bien, nunca puedes caerle bien a todo el mundo, aunque es una cosa que tampoco quieres. No pretendas contarle algo muy serio a aquella persona que no lo hace contigo, jamás prometas algo que no puedas cumplir, pues a aquella persona que se lo prometas no le sentará nada bien. No busques refugio o protección en alguien que has conocido hace un mes, así parezca la mejor persona del mundo, porque a la primera de cambio te decepcionará, lógicamente no te conoce del todo y no sabe qué te puede afectar. Hay gente que te quiere por interés y solo querrá enterarse de qué te pasa, para decírselo al primero que pase o para sentirse bien mientras tú estás mal. Pero no podemos encerrarnos ahí, porque también hay personas que te dan sorpresas y aparecen cuando más lo necesitas, sin tener que llamarles... Personas que no ves hace una semana  y justo en ese momento aparecen por tu puerta... Yo pienso que una de las mejores sensaciones en la vida, es abrazar a alguien después de haberlo echado tanto de menos. Quedémonos con las personas, la gente sobra.

Habían envejecido juntos.

Quería poder planear su vida con todos los pasos habituales: convivir, prometerse, casarse, tener hijos y después, una larga serie de días normales y corrientes, uno tras otro, hasta que llegase aquél en que se mirasen uno al otro para descubrir que habían envejecido juntos. No le parecía mucho pedir.