La gente se enamora rápido.

Aunque tú quieras olvidarle, él vuelve. Cuando estás a punto de conseguirlo, regresa. Van llegando millones de recuerdos, recuerdos que estaban enterrados, pero que han brotado. Y vuelves a sentir esa cosa tan fuerte en el pecho. La gente se enamora rápido, pero luego lo que más cuesta es olvidar.

"En el fondo le quiero".

No es fácil terminar una relación. Aunque sepas que ya está acabada desde hace tiempo, te sigues engañando, poniendo excusas como esa de que "en el fondo le quiero". Claro que le quieres, eso no tiene mérito después de las cosas que habéis vivido juntos. Te ha hecho disfrutar tanto, te has reído tanto con él... Pero ya no. Desde hace algún tiempo, no. 

Hay poca verdad en lo que me rodea.

Yo nunca estoy triste. Claro que ha habido cosas que me han dado pena y me han afectado. Como por ejemplo la muerte de mis gatunos, o de algún que otro perro que tuve de pequeña. Tardé en entender que, a pesar de tener la misma edad que ellos, eran muy viejecillos y yo aún una niña. Y he sentido pena muchas veces, en diferentes ocasiones. Pero siempre he visto la vida por el lado bueno, porque mi vida siempre ha sido la de alguien con suerte. Nunca me he quejado porque nunca he tenido por qué hacerlo. Honestamente lo he pensado siempre así y creo que ésa es una de mis virtudes. No soporto a la gente que se lamenta continuamente sin que le haya pasado nunca nada que de verdad duela. Yo no soy así. Yo no era así.
Ahora, nada está en su sitio y no tengo demasiadas ganas de colocarlo de nuevo. De verdad, lo único que me apetece es dormir. Simplemente dormir. Acostarme y quedarme en la cama hasta que tenga algún motivo para levantarme. Lo único que quiero es dormir para soñar que todo vuelve a estar bien y no sentir que a lo mejor es que nunca lo ha estado. Me ahoga pensar que casi todo lo que tengo es mentira, que hay poca verdad en lo que me rodea. Que lo único bueno son las pocas personas que te rodean. No quiero estar despierta porque no le encuentro color a la vida. Por primera vez, no sé realmente lo que tengo y no tengo ganas de descubrirlo. Dormir, eso es lo único que quiero.

Toda la vida, eternamente.

Pero me inquietaba; presentía que su suerte iba a decidirse, aunque confieso que no era su suerte lo que me traía de cabeza. Yo quería penetrar en sus secretos. Yo deseaba que viniera a mí y me dijera "Te quiero"; pero si eso no podía ser, si era una locura inconcedible, entonces...¿qué cabía desear? ¿Acaso sabía yo misma lo que quería? Me sentía despistada; sólo ambicionaba estar junto a él, en su aureola, en su nimbo, siempre, toda la vida, eternamente.

El primero nunca se olvida.

Esa misma tarde la besó. La besó como ella había soñado que la besaba. Justo así. Eso era besar, ése sí que era un hombre y ella ya era una mujer enamorada. Aquellos besos fueron suficientes para que esa misma noche volviera a casa en ese estado en el que sólo se está la primera vez que te has enamorado, cuando todos los seres humanos creemos, uno tras otro, que acabamos de descubrir lo que realmente es el amor.

Casualidad.

Yo creo que la casualidad es algo infravalorado. A la gente le parece que la casualidad es una explicación con poca entidad e intenta buscar siempre otras causas lógicas a un suceso. Sin embargo, a mí me parece que la casualidad explica gran parte de todo cuanto nos sucede.

Lo más normal es tener miedo.

Estar esperando siempre a ver qué tiene preparado para ti el destino no es la mejor opción. Pensar en si mañana te tocará vivir algo fuera de tu rutina. Lo más normal es sentir miedo, y si éste es el mes que me hace reflexionar sobre lo que me rodea, pues bienvenido febrero. ¿Yo? Soy lo más miedica que habita este planeta, yo, tengo miedo a ir perdiendo a las personas que quieren crecer rápido, y que un día no tengan nada que contarme, y que sólo las vea si me las cruzo por la calle, tengo miedo de perder algo importante en mi vida, miedo a que por mucho que hagas, no quieran responder, incluso a veces tengo miedo de intentar hacer las cosas y que no me salgan, pero eso, que lo intento. Tengo miedo o tal vez curiosidad por saber cómo va a ser la primera vez, las cosas como son. Bueno, también tengo miedo de mi madre cuando se cabrea, y miedo también cuando me atraganto con el agua o me da mucho hipo seguido, pero eso es lo de menos, me da miedo también el haberme distanciado de personas de mi clase y no sentir nada, es decir, no echarlas de menos, pero supongo que es que no me aportaban nada para el día de mañana. Tengo miedo, siempre lo he tenido y no voy a dejar de tenerlo.

Que vivan.

"Que vivan las mujeres que no escuchan canciones románticas y las que lloran con ellas también, que vivan las mujeres que sueñan con dormir, y duermen. Que vivan las mujeres que apagan sesenta velas porque cumplieron sesenta años, las que dejaron de ordenar las cosas que los demás desordenaron, que vivan las mujeres que tienen hijos, y las que los perdieron también, que vivan. Que vivan las mujeres que saben que un palmito jamás superará un pedazo de chocolate. Que vivan las mujeres que se atreven a vivir, las que dejaron de preocuparse por lo que piensa el resto y que sin embargo siguen preocupándose por los demás." MB.

Continuidad de los parques.

"Gozaba de placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que le rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles."

Inerte.

La inercia del sonido, el tacto en los tejidos, tu cambio de sentido y yo. La forma de los cuerpos, el giro del Universo, todo es inerte. El aire en un suspiro, presión en mis oídos, un ángulo torcido y yo. Silencio en lo que digo, en blanco cuando te grito que todo es inerte. Inerte como aquél sueño que no interrumpí, como átomos volando en mi jardín, inerte como estrellas que se cuelgan al subir y el cambio viene como cuando todo el mundo grita fin. Y así vuelvo a sentir todo lo que fui, entiendo todo lo que un día vi...y llueve, y es inerte.

Sueños.

Todo el mundo habla de ellos y casi nadie hace nada por pasarlos a la realidad. Los sueños no se cumplen con un chasquido de dedos, ni con decir palabras mágicas como cuando niños, no. Para poder tocar dichos sueños has de luchar por conseguirlos. Hazte una idea de la satisfacción que puedes llegar a sentir cuando alguno se hace realidad, y más aún, cuando ves que todo te va bien, que todo tu esfuerzo se ve reflejado en cada paso que das, que sólo puedes ir a más, hacerte grande entre la multitud y que ello conlleve ayudar a cumplir algún sueño de las personas que más quieres. Yo personalmente, me he propuesto dos, y al menos quiero intentarlo, aquí no vale estar de brazos cruzados por alguien que pierde su tiempo contigo todos los días.