Uno más, gracias.

Puede que el 2012 no haya sido uno de tus mejores años, pero no te desmotives, este año pinta muy bien, ha pasado tu cumpleaños y te ha traído la realidad, te ha hecho ver qué es la amistad y qué son los sentimientos. Recuerdo que el miércoles, mientras estaba en una tetería celebrando mi día, fumaba de la cachimba que te ponen, y veía cómo el humo desaparecía a los dos segundos de expulsarlo. Mientras tanto, mientras cada una íbamos a nuestra bola, lo comparé con la vida, lo rápido que nos esfumamos y a veces sin haber cumplido todos los sueños que deseábamos. En lo que llevo de año he tenido muchas reflexiones, he madurado, dentro de lo que cabe, y me he superado a mí misma en cosas que siempre dejaba a medias. Así que este año quiero estar orgullosa y poder decir que he luchado por lo que quería y haber luchado por no volver a sobrepasar la línea de la locura. Que para ello llevo tiempo preparándome, pues no soy la misma, los que creían que era buena persona, se darán cuenta de que soy incluso mejor, y los que creían que era mala...pobres. Puedo decir que los diecisiete me han hecho ver que soy una niña fuerte e independiente. La música me guía y algunos pensaréis que es imposible que esté así de feliz, tan bien conmigo misma, pero no,  aquí no hay nada imposible. Es hora de mirar por mí, de no dejarme llevar por las malas lenguas, de hacerle más caso a mi madre, ella sabe de lo que habla. Aquello que no me guste soy libre de evitarlo, ya no voy a cargar más con cosas que me disgusten. Estudiaré más, y me sacaré este curso, al menos para hacerme una idea del  verano que me espera. No haré tanto la vaga e incluso sacaré tiempo para tocar la guitarra. Así que pequeña, no te dejes engañar, todo es un fraude, todos somos títeres y titiriteros. No tengas miedo a nada en absoluto, da las gracias a la vida por cada segundo que pasas en la Tierra, desde el primer cola-cao de la mañana hasta el último parpadeo antes de dormir. Con un poquito de retraso, felices 17.