Musicota.

22 de agosto de 2013

"Jaque mate."

No os quiero destrozar lo que queda, pero es verdad que el verano entró tarde y se está esfumando al igual que el humo del cigarro de tu abuelo, y tu vida, que ahora más que nunca es tuya porque estás haciéndote mayor, vuelves a coger las riendas, a ir por el que crees que es el camino correcto. Andaba tan perdida que no sabía qué iba a ser de mí este verano. Quería cumplir las cosas que me propuse, y supongo que la más importante ya la he hecho, que es tener conmigo a personas a las que veo día sí y día también y no me canso, hablo de soportar el martirio que es tener a algunas personas un poco más lejos, y que sepan cómo tocarme la fibra, de tener a alguien con quien hablar todos los días, hablo de tener a tu otra mitad y que no te falte nunca. Debemos pasar por momentos, etapas, cosas, fallos, aciertos, pasos, caminos y decisiones que nos hagan escarmentar. El camino que nos espera a seguir es algo largo, pero bajo mi opinión, no debe ser tan enorme cuando todos nos encontramos en él. Supongo que lo que buscamos es recoger lo que hemos sembrado todo el tiempo que nos ha dado la vida. Algo que pienso que es un sueño, y que en el momento en que desapareces es porque, el que maneja tu interior, olvidó ponerte a cargar. Tanto tiempo jugando en este tablero al que llaman vida, para terminar con un "jaque mate" inesperado. Así, cuánto más grande eres, más miedo tienes. ¿Yo? Yo tengo miedo a perder todo esto, tengo miedo a empezar una nueva etapa, a dejar atrás todo lo que me ha hecho grande, a conocer gente nueva, a que me sustituyan. Sustituir, ese es el mayor miedo, porque ahora todo es muy bonito, están tan de moda los "para siempre" que no me creo nada. Yo sé que de todo esto, puedo contar con tres personas, y lo digo ya, tres cimientos imprescindibles en mi vida. Con uno que me falte, se me cae este edificio que llevo por coraza, esta coraza en la que intento que no pasen las cosas que no me gustan y que me resbalen muchas otras. Con todo esto que expreso, intento decir que aunque se me vea bien la mayoría de las veces, yo también maduro y me doy cuenta de las cosas. Que soy lo más sensible, y que para bien o para mal, hay una Naiara que está cambiando, que aunque parezca que no, está creciendo, y eso es algo que no se puede evitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario