Musicota.

28 de octubre de 2012

Espejos en los que a veces no nos queremos reflejar.

La vida está llena de contradicciones, de bipolaridades, de caigo y me levanto, de amores que duelen, de amores que tocan el cielo, de "qué hubiera pasado si..", de errores, de piedras, de paredes, cambios y viajes y planes, de sonrisas, de miedos, vagones vacíos, de destinos que nadie controla, de espejos en los que a veces no nos queremos reflejar, de recuerdos que duelen, relojes, broncas, de café, de música, de nostalgia de cosas que aún no vivimos, de "todo pasa", de lágrimas infinitas, de "hay que mirar lo bueno y lo malo", de soles, de abrazos, de "deja de llorar y vive la puta vida", de improvistos, de improvisar, de  imposibilidades, de impertinencias, impares y pares, de "no hay mal que por bien no venga", de metáforas, de metafísica, de colores, de ti, de mí, nosotros, de felicidad que tarda en llegar, de tantas cosas sin sentido y de otras tantas que valen tanto la pena.

24 de octubre de 2012

Qué me dices, ¿vienes?


El tiempo pasa demasiado deprisa como para darnos cuenta de cómo hemos crecido y de cuál ha sido la forma de llegar hasta aquí. Interminables veranos han pasado a ser historia en el diario de mi vida y no me he olvidado de ninguna cosa que en todos estos años me haya ocurrido. Las personas cambian, todos cambiamos, ya sea para bien o desgraciadamente para mal, todos vamos borrando quiénes fuimos, y construyendo un nuevo "yo" influenciado por la gente que nos rodea, la cama en la que dormimos, lo que nuestros ojos ven y el corazón siente. Nadie nos dice el camino a elegir, sin embargo todos queremos elegir el correcto. Pasará el tiempo y volveré a escribir algo parecido a esto, quizá seas de aquellos que siguen a mi lado en este sprint de mi vida, o quizá quedes apartado en alguna parte de ella. Ahora voy a extenderte mi mano, qué me dices, ¿vienes?

18 de octubre de 2012

Start over.

No sabía de qué manera quería volver a empezar, empezar de cero. A medida que te haces mayor, quieres ir aprendiendo de la vida, pero siempre con prisa por querer llevar razón en todo y no pararte a pensar un instante qué es lo que de verdad quieres. Es duro darte cuenta de la realidad, ver cómo personas que han crecido contigo hoy no saben quién eres realmente, personas que te hacían fuerte y que nunca te iban a dejar, que ese chico del que llevabas tanto tiempo enamorada, ése que creías perfecto es un cobarde, pero claro tú sigues ahí, no puedes luchar contra lo que sientes y mucho menos controlar a tu cabeza. Aunque crecer tiene su parte positiva, crecer es darte cuenta de que aún quedan personas de verdad. De esas que llegaron a tu vida hace poquitos años y te ayudan a tener todo en orden, ésas que crecen antes que tú y aún así quieren que te quedes en su vida. Es momento de cambiar y de saber elegir lo que necesitas para siempre.