Nadie
es lo que aparenta ser, ni lo que aparenta sentir. Hoy me he sentido
como una niña a la que despiertan de su sueño y aún se siente tan
cansada que rompe a llorar. La vida no es como la pintan, no es todo
de color de rosa y tenemos que empezar a madurar. Gracias por
despertarme. A pesar de que llore, gracias por hacerme dar cuenta de
las cosas y por no dejarme tirada.
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