Musicota.

19 de enero de 2014

El límite lo marcas tú.

Tengo tantas ideas rondando por la cabeza que no consigo ordenar nada, es como si todos los domingos analizara la semana y viera que todo se me queda cada vez más grande, y que hablar con otras personas sólo te ayuda hasta un cierto punto. Sin más remedio, reconoces que eres tú la que tienes que seguir, ya que todo lo que te rodea ahora mismo, mañana puede que no esté, o tal vez nunca supiste que estuvo. De algún modo u otro, lo único que has hecho estas dos semanas atrás ha sido ver obstáculos, cegarte en no ver nada más que barreras que te impiden llegar a lo que quieres conseguir. Pero si nos ponemos a contradecirnos, puede que en eso consista esto a lo que llamamos vida, en superar ese tipo de barreras, esas cosas malas, y una vez las hayamos superado, poder mirarlas por encima del hombro y escupirles, poder gritar que has vencido y que eres tú la que cada vez te vas haciendo más y más grande. En cierto modo, no podemos depender de nadie, yo no quiero atarme a nadie, no quiero que nadie me haga falta día a día, aunque también es verdad que solos no vamos a ninguna parte, que has de rodearte de lo que mejor te conviene, y yo creo que para continuar este camino, MI camino, aparte de las fuerzas y las ganas que han brotado de algún rincón que daba por perdido en mi cuerpo, tengo el mejor motor del mundo, y son todas y cada una de las poquitas personas que a día de hoy me rodean. Como he dicho antes, me contradigo e intentaré que esta positividad me dure el tiempo suficiente como para poder saber cuál es mi límite.

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